Los compañeros de viajes infaltables

Viajar es un placer. Esta es la frase tal vez más escuchada en reuniones de amigos. Pero para que esto se cumpla es necesario programar los elementos que componen la hermosa aventura que queremos que sea. Y aquí es la parte donde entran las listas de cosas que no debemos olvidar de llevar porque su ausencia puede convertirse en aguafiestas.

Por supuesto que costó elegir el destino, pero ya está definido, la parte económica también, pero faltan detalles, pequeñas cosas que contribuirán a que la felicidad sea completa: un buena maleta o trolleys, una cómoda bolsa de viaje y aunque parezca una nimiedad una almohada de viaje.

Imaginemos por un momento que tenemos que llegar a tiempo a un despacho y nuestra maleta falla y sus ruedas se trancan o su manija se quiebra, podemos hasta perder un vuelo, podemos perder un tren u otros efectos colaterales que se te ocurran en una pesadilla. Pero puede pasar. Por eso es importante revisar cómo está nuestro trolleys, si tiene mucho kilometraje y si su mantenimiento está en orden.

 

Si hay dudas, cómprate uno nuevo, con funciones que no revistan desconfianza y viaja tranquilo sabiendo que ese tema está controlado. No arriesgar la hermosa aventura, que buenos euros nos cuesta, por una pequeña inversión.

La bolsa de viaje, es otro elemento que no debe faltar, pero que además tiene que tener unas características que nos permitan maniobrar con facilidad y comodidad en lugares donde tenemos que presentar documentos, guardar el Smartphone, sacar tarjetas de crédito, y muchos etcéteras más.

Además del diseño y de hacernos sentir bien desde el punto de vista estético, es fundamental valorar la parte de practicidad de manejo para no pasar un mal momento en nuestro tiempo de disfrute.

Y por último la almohada de viaje. Este es un pequeño elemento que puede sacarte de tu boca muchas maldiciones si no lo usas en un viaje en el que vas sentado durante mucho tiempo. La tortícolis es su amiga y el dolor que te puede aparecer en el cuello que no te permite girar la cabeza es la penitencia por no haberla traído.

 

Su costo es tan bajo, que se puede considerar despreciable, y muchas veces la regalan a cambio de publicidad, pero si no la tienes, el consejo es que compres una y la uses por seguridad. Nunca se sabe cuándo nos dormimos en qué posición queda nuestra cabeza, y el despertar y comprobar que quedó en una mala posición puede arruinarnos el viaje.